Desde un par de años, se han desarrollado nuevas políticas para poder resolver las consecuencia de los cada vez más palpables efectos negativos que el calentamiento global está teniendo sobre nuestro ecosistema, la UE está aprobando una serie de medidas para tratar de reducir al máximo el impacto que la actividad humana está teniendo sobre nuestro planeta mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello se están implementando varias Directivas que buscan lograr dicho objetivo entre las que figura la Directiva 2005/32/EC.La directiva EuP 2005/32/EC define los requisitos de diseño que tienen que satisfacer los productos que utilizan energía en términos de impacto medioambiental durante todo el ciclo de vida del producto, es decir, desde su fabricación, su funcionamiento y hasta su eliminación.
Desde el punto de vista de la iluminación esto va a suponer una retirada progresiva de la vieja e ineficiente tecnología incandescente para su sustitución por tecnologías más eficientes e innovadoras que permitan el ahorro de energía.
Dicha retirada dará como consecuencia que determinados productos dejen de comercializarse en la UE (dicha Directiva afecta a la comercialización inicial, es decir, a los fabricantes de lámparas y no a los stocks o existencias que se encuentren en manos de OEMs, mayoristas o clientes finales).
Desde el punto de vista del consumidor final es interesante ver que efectos va tener dicha normativa sobre el rango de productos incandescentes y halógenos y cuales pueden ser sus posibles opciones de sustitución. En los cuadros adjuntos se muestra gráficamente el alcance de dicha Directiva:
La fecha de inicio de aplicación de la Directiva arranca el 1 de Septiembre de 2009 con las siguientes implicaciones:
• Con respecto a las lámparas claras se exige un requisito mínimo de clase energética C para lámparas ≥ 950 lúmenes. Para otras lámparas claras por debajo de 950 lúmenes la clase energética mínima es la E, eliminándose las lámparas con clase energética F&G tanto si están por encima o por debajo de 950 lúmenes.
• En las lámparas mates se exige una clase energética A para todas las lámparas.
Las lámparas claras y mates que no cumplan con dichos requisitos podrán ser sustituidas por lámparas HALÓGENAS ENERGY SAVER claras, lámparas de bajo consumo o por lámparas LED.
Todas estas medidas están encaminadas a lograr una reducción sustancial de las emisiones de CO2 y por tanto minimizar en la medida de lo posible los efectos que el calentamiento global está teniendo sobre el planeta.
Es bueno indicar, que ya podemos encontrar empresas como OSRAM, que han desarrollado presentaciones que nos permiten entender de forma clara, la evolución de esta innovadora iniciativa.
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