lunes, 22 de diciembre de 2008

Cuál es mejor Plasma o Lcd?? Primera Parte

Tamaño

A la hora de elegir una televisión, lo primero que debería tener en cuenta es el tamaño.

Dado que la calidad de las fuentes de imagen es cada vez mejor, ahora, más que nunca, muchos se plantean la importancia de los tamaños de pantalla grande. Los elementos clave que debe recordar son qué quiere ver y dónde lo quiere ver.


Si quiere ver tanta programación de alta definición (HD) como sea posible, definitivamente debería plantearse adquirir una pantalla más grande para sacar el máximo partido de la extraordinaria resolución HD.

Con respecto a dónde quiere ver la televisión, tenga en cuenta el espacio de que dispone y la distancia a la que se sentará de la misma.

Si va a ver imágenes de definición NTSC y PAL, con situarla a aproximadamente una distancia de entre cinco y seis veces la altura de su televisión, será suficiente; ahora bien, esta distancia tendrá que reducirse a entre tres y cuatro veces la altura de su televisión para HD, dado que este formato tiene mayor claridad. Mida la distancia a la que verá la televisión y empléela como criterio para determinar cuál es el tamaño que le conviene.

Una vez que se haya decantado por su tamaño de pantalla ideal, sólo le quedará elegir la tecnología de pantalla plana que mejor se adapte al mismo. Nuestra opinión (respaldada por estudios independientes) es que el plasma es la mejor tecnología para tamaños de aproximadamente 37 pulgadas o superiores por varias razones que señalamos en esta página.


Color

Cuando elija una televisión de pantalla plana, dos elementos clave que tendrá que tener en cuenta serán la profundidad y la calidad del color.

Con el plasma, cada píxel consta de tres celdas subpíxeles independientes, cada una de las cuales tiene distintos fósforos de color (rojo, verde y azul). Cuando estos tres colores se mezclan, producen el color global del píxel y se controlan mediante el nivel de corriente que fluye a través de ellos. Esto quiere decir que el plasma puede mostrar miles de millones de combinaciones distintas de rojo, verde y azul, lo que proporcionará una ingente gama de colores que reflejarán con mayor fidelidad el mundo real.



Con el LCD, los colores en realidad se producen “retirándolos” del blanco puro, a través de la manipulación de las ondas luminosas que proceden de un backlight (luz trasera) constante. Por eso es más difícil que las pantallas LCD ofrezcan colores vivos y auténticos de forma constante, tienen problemas concretos con los verdes y rojos predominantes, y la “temperatura” global del color es demasiado alta para adaptarse bien al material de vídeo.


Contraste (calidad del negro)

Tenga en cuenta la calidad del contraste, o lo que es lo mismo, la calidad con la que la pantalla plana reproduce los negros más intensos, los blancos más puros y toda la escala de grises entre estos. A pesar de que el contraste es esencial para que una imagen en vídeo resulte convincente, normalmente es algo que se pasa por alto en el proceso de compra de una televisión.

Las cifras de la relación de contraste muestran la relación de intensidad de la luz de los colores más brillantes y los más oscuros que una televisión puede producir simultáneamente. Las televisiones con una elevada relación de contraste deberían reproducir escenas oscuras que de hecho contienen un color negro verosímil e información detallada sobre sombras sutiles. Las televisiones con relaciones de contraste bajas probablemente aclararán las zonas negras haciéndolas más grises, y esto restará volumen a la imagen.



Debe tener cuidado con las cifras de contraste, ya que los distintos fabricantes lo miden de forma diferente. No obstante, resultan útiles para probar un hecho clave: la tecnología del plasma puede producir mejor contraste que la del LCD.

Con las pantallas de plasma, cada píxel crea su propia fuente luminosa independiente de las demás, lo que significa que sólo las partes brillantes necesitan iluminarse. Esto hace que los negros sean más intensos. Con las pantallas LCD, los píxeles independientes tienen que tapar la luz brillante del backlight constante para oscurecerse, y dado que no pueden hacerlo por completo, normalmente reproducen los negros peor que las pantallas de plasma.


Tiempo de respuesta (movimiento)

Si quiere ver una película de acción o un partido de fútbol, su televisión plana seguramente tendrá que reproducir objetos en movimiento rápido y mucha acción (tiempo de respuesta).

El tiempo de respuesta de una pantalla es una medida de la velocidad a la que sus píxeles pueden completar todo un “ciclo”. Las pantallas con tiempos de respuesta largos tendrán problemas para actualizar cada elemento de sus imágenes lo suficientemente rápido como para hacerlo al ritmo del movimiento de los objetos, por lo que estos aparecerán borrosos o con un efecto “fantasmagórico”.


Con la tecnología LCD, para completar un ciclo, un píxel tiene que pasar de activo (negro) a inactivo (blanco), y viceversa. El tiempo que tarda en completarse este proceso varía, pero suele ser de entre 25 y 4 milisegundos. Incluso las pantallas de LCD más rápidas pueden tener dificultades para reproducir imágenes en movimiento muy rápido. Dado que cada píxel es completamente independiente, el plasma puede actualizarse de forma virtual instantáneamente. Los píxeles del plasma reaccionan tan rápido que el término “tiempo de respuesta” es prácticamente irrelevante, ya que hasta el más rápido de los movimientos se ve nítido y claro


Nitidez

Ahora que la alta definición es una realidad, la nitidez de la imagen se ha vuelto más importante que nunca. Pero la calidad de los detalles de la imagen no depende únicamente de la cantidad de píxeles de la pantalla.

Una televisión con HD constará al menos de 720 líneas de píxeles, y sin embargo otros muchos factores influirán en la definición de la imagen.

Puesto que las pantallas de plasma generalmente pueden reproducir una gama de colores más vivos, también pueden ofrecer una imagen mucho más matizada y realista, mejor adaptada a la luz ambiental del hogar.

Puede parecer que las pantallas de LCD tienen mayor definición a la luz de los establecimientos, por el brillo intenso y la nitidez de sus imágenes. Pero lo cierto es que los niveles de brillo y nitidez extremos de estas pantallas pueden parecer chillones y poco realistas en un entorno doméstico. Aunque es importante que la imagen de la televisión tenga alta definición, no es menos importante que parezca natural.


Resolución

En teoría, cuanto mayor sea la resolución de una pantalla (es decir, cuantos más píxeles tenga), más nítidas y definidas se verán sus imágenes. En general, las imágenes de un servicio HD contienen 1920×1080 píxeles. Cuanto más se acerque la resolución de una pantalla a este valor, más probable será que sus imágenes HD se vean mejor.

Por lo tanto, es bastante razonable poner los píxeles de resolución entre las principales prioridades de su lista de televisiones. Pero tenga en cuenta que la resolución por sí sola no garantizará una imagen de alta definición de excelente calidad. Una televisión también tiene que tener otras virtudes; concretamente, el procesamiento de la imagen tendrá que producir una imagen de alta definición con una calidad excelente antes que un panel de alta resolución.

Tenga en cuenta también que las pantallas de alta resolución con un procesamiento de imagen pobre seguramente enturbiarán la resolución de 570 líneas PAL estándar.


Procesamiento de imagen

La calidad del procesamiento de imagen de una televisión es muy importante, ya que la calidad del motor de procesamiento de un fabricante concreto puede afectar a casi todos los elementos del aspecto final de una imagen.

Aunque los distintos sistemas de procesamiento de imagen varían muchísimo en sus capacidades, los que se encuentran en las pantallas de plasma por lo general ofrecen mejores resultados. ¿Por qué? Porque los principales elementos de imagen sobre los que actúa el sistema de procesamiento del plasma están intrínsecamente mejor adaptados para reproducir vídeo que los del LCD.

Los orígenes del LCD se remontan a las pequeñas pantallas de las calculadoras digitales y los relojes. Más tarde fue “adoptado” por el sector TI, donde se utilizó para mostrar imágenes estáticas, y hasta hace muy poco no se ha ampliado al mercado de la producción de televisiones.

En principio el plasma se desarrolló íntegramente como un medio para reproducir eventos televisivos populares, concretamente las Olimpiadas de Invierno de Nagano de 1998, en pantallas de mayor tamaño que las de tecnología CRT. Siempre se ha centrado en las imágenes en movimiento, dinámicas, en lugar de las imágenes de vídeo estáticas.

Las televisiones de plasma, a diferencia de las de LCD, no tienen que destinar parte de su potencia de procesamiento a contrarrestar desventajas, por lo que pueden dedicarla toda a mejorar la imagen en la medida de lo humanamente posible.


Fuente sacadas en estudio conjunto entre Panasonic y Pioneer.

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