jueves, 28 de julio de 2011

La lenta agonía de las ampolletas incandescentes

Ley transandina prohibirá su comercialización e importación, lo que significa una mejora en la eficiencia energética. Su implementación, incluso, podría llegar a influir en el 60% del consumo energético del planeta.


La normativa comenzó a regir a partir de 01 de enero de 2011 para todo el territorio argentino. Paralelamente, el gobierno ha estimulado el consumo de las lámparas ahorrativas mediante su distribución gratuita entre los sectores más vulnerables. Tras la crisis energética que comenzó a experimentar la República Argentina a partir de 2004, el Gobierno ideó una serie de medidas con el objetivo de revertir dicho panorama, el cual limitaba, entre otras cosas, el crecimiento y repunte de la economía trasandina.

Estas medidas desencadenaron el “Programa de Uso Racional y Eficiente de la Energía”, que dentro de sus iniciativas contempló la elaboración de un plan centrado exclusivamente en los usuarios residenciales, el cual busca masificar el uso de las lámparas fluorescentes compactas (LFC) de mayor eficiencia en todos los hogares del país.

Para ello, en enero de 2009, el Gobierno argentino promulgó la Ley 26.473 que prohíbe la importación y comercialización de las lámparas incandescentes de uso residencial, la cual comenzará a regir a partir de enero del próximo año.

Con la finalidad de difundir esta normativa y estimular la utilización de estas ampolletas eficientes, Claudio Krämer, gerente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas, Luminotécnicas, Telecomunicaciones, Informática y Control Automático (Cadieel) explica que el Estado comenzó a entregar gratuitamente estas lámparas a través del sistema de canje. “Este programa busca retirar las lámparas incandescentes a cambio de la entrega de lámparas de bajo consumo”.

Krämer señala que hasta la fecha, esta iniciativa ha distribuido cerca de 18 millones de ampolletas fluorescentes en lugares de escasos recursos y se espera que a fines de diciembre de 2010 dicha cifra aumente a 20 millones. Producto de la extensa vida útil que poseen las LFC y potencia de 335 MWe, por lo tanto, Argentina se puede ahorrar cerca de 1.000 MWe de potencia instalada”, precisó el ejecutivo.

Chile y sus iniciativas para fomentar el uso de lámparas eficientes

De acuerdo a los antecedentes entregados por el Programa País de Eficiencia Energética (PPEE), Chile aún no posee iniciativas concretas que estén orientadas a eliminar por completo del mercado y de los hogares, así como de las industrias, las ampolletas incandescentes. Sin embargo, fuentes consultadas por revista ELECTRICIDAD aseguraron que sí existen referencias que indican que el Gobierno está preparando un plan de seguimiento sobre la materia.

Hasta el año pasado, el Programa incentivó el uso de lámparas eficientes en el marco de la iniciativa “Ilumínate con Buena Energía”, cuya misión fue lograr el recambio de ampolletas dentro del 40% más vulnerable de la población y que permitió entregar en 2008 cerca de 1,5 millones de ampolletas y 1,4 millones durante 2009.

Para Nicola Borregaard, quien se desempeñó como directora del PPEE desde 2005 y hasta 2008, siempre es preferible implementar acciones de regulación indirecta que permitan la generación de una cultura de eficiencia energética a largo plazo. “El estímulo a la acción propia que incentiva la responsabilidad de cada uno es, por lo tanto, una opción interesante y efectiva. Es por este motivo que se optó, en una primera fase, por una campaña educativa; una regulación directa y de carácter prohibitiva pasaría relativamente inadvertida”, señala la consultora.

La especialista sostiene que aún en Chile existe un alto porcentaje de la población que vive en una situación precaria, por lo cual dicho sector no puede asumir la inversión de adquirir una ampolleta eficiente. “Por esto se implementó, en una primera fase, el subsidio de reemplazo de ampolletas ineficientes, dirigido a los sectores más vulnerables de la sociedad. Cuando empezó la entrega de las lámparas eficientes, cerca del 90% de la población, perteneciente a los quintiles más pobres, no contaba con este tipo de ampolletas en su hogar, comparado con un 50% entre los quintiles más ricos”.

Ahorro energético

La penetración que ha logrado las luces eficientes entre los consumidores no sólo se circunscribe al territorio argentino, sino también se extiende a toda Latinoamérica pese a los costos de adquisición que presenta para el consumidor.

Guillermo Mutis, gerente general de GE Iluminación para el Cono Sur, explica que hoy los usuarios están invirtiendo más en el medio que convierte la energía en iluminación. Sin embargo, dicha inversión se recupera rápidamente a través del ahorro energético y durabilidad del producto. “Dependiendo de la calidad y marca, una ampolleta incandescente puede durar un año, a diferencia de una fluorescente cuyo período de vida útil se extiende hasta los 10 años”.

Fuente: revistaei


Spai Chile ©2008 - 2011

No hay comentarios: